El pasado 20 de mayo ocurrió un evento denominado “Día de la Muerte Digital”. Uno de los organizadores justificó el evento diciendo que: “Se ha llegado a una masa crítica de datos personales online”, refiriéndose a las millones de páginas en Facebook, blogs, correos electrónicos, juegos online y demás. Una inimaginable cantidad de datos que permanecen (y permanecerán) online aún cuando fallezca la persona que los haya ingresado.
El tema en discusión es la perpetuidad de los datos de aquellas personas que mueren. A diferencia de los objetos físicos, que son llevados por familiares o amigos o donados a instituciones, los datos permanecerán en servidores durante años, décadas o tal vez para siempre.
Permanecerán los archivos, las fotos, las entradas en un blog, las páginas subidas en algún momento, los archivos de back up, las actualizaciones del perfil, algún currículum vitae y un montón de información, todo lo cual podría llegar a reaparecer en algún momento sin que los herederos o familiares del difunto tengan control sobre los mismos.
Inclusive, pueden existir cuestiones con potencial valor económico tales nombres de dominio o cuentas en Twitter, las cuales no pueden ser vendidas o reutilizadas. Se puede incluir en la lista a un negocio exitoso en Second Life o a un avatar de alto nivel en algún videojuego de rol con múltiples jugadores masivo en línea (MMOGs).
¿Qué se debe hacer con la cuenta de Yahoo de las personas que fallecen? ¿Qué pasa en el muro de Facebook de quien ya no está más en vida? Se ha dado el caso de un estudiante que falleció ahogado y está recibiendo condolencias en su muro.
Tal vez estamos en el comienzo de una nueva forma de honrar a los muertos. Los memoriales online prometen ser los reemplazantes de los avisos fúnebres en los diarios. Inclusive algunos les envían mensajes como si pudieran leerlos en el cyber o locutorio que tengan en su actuales moradas.
Algunos psicólogos opinan que los memoriales online permitirán que recordemos más fácilmente y más asiduamente a nuestros seres queridos que ya no están.
En su momento informaré que pasará con este blog, dentro de muchos, muchísimos años.
El tema en discusión es la perpetuidad de los datos de aquellas personas que mueren. A diferencia de los objetos físicos, que son llevados por familiares o amigos o donados a instituciones, los datos permanecerán en servidores durante años, décadas o tal vez para siempre.
Permanecerán los archivos, las fotos, las entradas en un blog, las páginas subidas en algún momento, los archivos de back up, las actualizaciones del perfil, algún currículum vitae y un montón de información, todo lo cual podría llegar a reaparecer en algún momento sin que los herederos o familiares del difunto tengan control sobre los mismos.
Inclusive, pueden existir cuestiones con potencial valor económico tales nombres de dominio o cuentas en Twitter, las cuales no pueden ser vendidas o reutilizadas. Se puede incluir en la lista a un negocio exitoso en Second Life o a un avatar de alto nivel en algún videojuego de rol con múltiples jugadores masivo en línea (MMOGs).
¿Qué se debe hacer con la cuenta de Yahoo de las personas que fallecen? ¿Qué pasa en el muro de Facebook de quien ya no está más en vida? Se ha dado el caso de un estudiante que falleció ahogado y está recibiendo condolencias en su muro.
Tal vez estamos en el comienzo de una nueva forma de honrar a los muertos. Los memoriales online prometen ser los reemplazantes de los avisos fúnebres en los diarios. Inclusive algunos les envían mensajes como si pudieran leerlos en el cyber o locutorio que tengan en su actuales moradas.
Algunos psicólogos opinan que los memoriales online permitirán que recordemos más fácilmente y más asiduamente a nuestros seres queridos que ya no están.
En su momento informaré que pasará con este blog, dentro de muchos, muchísimos años.
1 comentario:
Buen tema! te deja pensando! Excelente blog! saludos!
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