sábado, 29 de septiembre de 2007

MIENTE, MIENTE, QUE ALGO FLUIRÁ


El experimento parecía ser muy sencillo: a cada voluntario se le entregaba un sobre en cuyo interior había una baraja y un billete de 20 dólares. El voluntario se acostaba en una camilla adosada a un equipo muy ruidoso y en el monitor de una computadora le iban apareciendo imágenes relacionadas con la baraja que le habían entregado. El supuesto objetivo del experimento era tratar de engañar a la computadora para quedarse con los 20 dólares. Los voluntarios no debían hablar sino que apretaban, según correspondiera, un par de botones rotulados “SI” y “NO”.

El verdadero objetivo del experimento era registrar las diferencias que se manifestaban en el cerebro cuando se decía la verdad respecto a cuando se estaba mintiendo. Las conclusiones del responsable del experimento científico, el psiquiatra Daniel Landgleben, fueron las siguientes: “se pueden detectar diferencias neurofisiológicas entre mentira y verdad utilizando Imágenes de Resonancia Magnética funcional” (fMRI, functional Magnetic Resonance Imaging).

Interrogar para obtener la verdad fue una constante a lo largo de la historia de la humanidad: la existencia de espías, traidores, delincuentes, criminales, estafadores y cónyuges infieles motivaron la búsqueda de métodos que resolvieran el problema. Los interrogadores de la Inquisición fueron los primeros en describir los cambios que ocurrían en el sistema nervioso autónomo (responsable de acciones involuntarias tales como la respiración, transpiración y ritmo cardíaco) cuando un sospechoso estaba sometido al estrés del interrogatorio. Encontraron que al supuesto hereje se le secaba la boca cuando intentaba ocultar información; en consecuencia procedían a llenarle la boca con pan seco y queso amarillo y si el sospechoso no deglutía rápidamente la mezcla era claramente culpable y condenado a la hoguera.

En 1915 comienza a utilizarse el polígrafo o detector de mentiras. La hipótesis que justifica su uso se basa en que el aparato mide en forma precisa la respuesta del sistema nervioso autónomo mientras el sujeto está siendo interrogado; no deja de ser una versión mejorada de la técnica usada por la Inquisición. Con el transcurrir de los años se vio que sus resultados no eran tan precisos: inocentes intimidados por el interrogador transpiraban y subían su ritmo cardíaco mientras que avezados delincuentes o sociópatas consumados no modificaban la traza que la pluma registraba en el papel. Dejó de usarse como instrumento en los juicios legales e inclusive, tras los atentados del 11/9, se lo aplicó en la cacería de terroristas o cómplices hasta que las evidencias claramente demostraron su ineficacia.

Los aparatos que obtienen imágenes mediante resonancia magnética (MRI) aparecen en el mercado en la década del 70. Los primeros equipos permiten penetrar el cráneo humano para observar la estructura cerebral de personas vivas, como así también monitorear los cambios debido a enfermedades. Cuando aparecen los MRI funcionales se puede estudiar la actividad eléctrica del cortex cerebral ya que un poderoso campo magnético permite registrar el flujo de sangre que irriga al grupo de neuronas que se disparan al realizar determinadas actividades cerebrales. Así, se pueden crear mapas de las redes cerebrales en acción mientras las mismas procesan pensamientos, sensaciones, memorias y comandos motores.

Ahora los neurólogos pueden detectar evidencias tempranas de la temida Enfermedad de Alzheimer, evaluar la eficacia de distintas drogas medicinales y prever posibles inconvenientes antes de iniciar una cirugía en el cerebro. En definitiva, una nueva y poderosa herramienta al servicio de la medicina.

Todo iba bien hasta el experimento de Landgleben: el estudio demostró que decir la verdad es la respuesta cerebral más natural, simple y primaria. Por el contrario, para mentir hay una demora, una supresión de la verdad mientras se crea una “nueva verdad” según las necesidades del momento y se adapta la respuesta motriz y el lenguaje corporal a la nueva situación. Estos mecanismos adicionales requieren que el cerebro invierta 200 milisegundos para ejecutarlos, demora que es fácilmente registrable por el equipo fRMI.

Naturalmente hay un mercado ansioso por una tecnología que permita verificar la verdad o falsedad de ciertas afirmaciones. El servicio correspondiente lo ofrece la empresa “NO LIE MRI” (“No Lie” es traducible como “Sin Mentira”). En la página web de la empresa (http://www.noliemri.com/) se postula que invertir algunos miles de dólares en sus servicios puede evitar que algún mentiroso engañe a individuos o grupos (“Síganme, no los voy a defraudar”) y que pueden ofrecer evidencia científica objetiva para convencer a un jurado sobre la inocencia o culpabilidad de un acusado. También sugieren ser contratados por inversores que deseen no ser estafados por corporaciones o financistas desleales (el caso Enron).

Un detector de mentiras cerebral es el sueño de todo responsable de una agencia antiterrorista. El problema es que los equipos fRMI convencionales son enormes y no transportables. Britton Chance, profesor emérito de biofísica de la Universidad de Pennsylvania, a los 92 años de edad dirige a un grupo de científicos y técnicos en el desarrollo de un equipo para usar en los aeropuertos. Por el momento dispone de una banda de velcro que se ajusta a la cabeza y que posee diodos emisores de luz (LEDs) y sensores de diodo. El equipo genera un haz de luz cercano al infrarrojo que atraviesa la frente y el cráneo y penetra, sin producir daño alguno, los primeros centímetros del tejido cortical.

El haz de luz registra los mismos cambios en el flujo sanguíneo que monitorean los equipos fRMI, vuelve a atravesar el cráneo y es captado por los sensores para que una computadora produzca la imagen correspondiente. Si bien la profundidad de acceso en el interior del cerebro es menor comparada con los fRMI, las pruebas realizadas con voluntarios detectaron el 95% de las mentiras emitidas.

Como la banda de velcro alrededor del cerebro es muy evidente, están en el desarrollo de un láser invisible con un colector de fotones ultrasensible que les permita registrar a distancia las señales cerebrales de una mentira. Las agencias de seguridad norteamericanas están aportando enormes cantidades de dinero para el desarrollo de un aparato con las características citadas.

En el corto plazo tendremos que sentarnos a discutir los aspectos éticos y morales de la nueva tecnología. Ya estamos observando como las consideraciones de “seguridad nacional” prevalecen sobre las “libertades individuales”. El derecho básico de todo individuo a mentir para no auto incriminarse no podrá ser preservado si nuestros pensamientos más profundos fueran transparentes para un aparato fRMI. ¿Qué sucederá con aquellos individuos cuyos mapas cerebrales indiquen una clara tendencia a la pedofilia, la xenofobia o al racismo intolerante?. Tal vez sea el momento de releer a George Orwell o Philip K. Dick cuyas distopías tecnológicas incluían a la “policía del pensamiento”.

Para los argentinos se cierne una terrible amenaza: no podremos seguir jugando al truco.

martes, 25 de septiembre de 2007

ALGEBRA, LÓGICA y COMPUTADORAS


Las décadas del 50 y 60 fueron el escenario de una "trascendente batalla" entre fabricantes de computadoras digitales y de computadoras analógicas con el rotundo triunfo de los primeros. El motivo que definió la contienda fue que las computadoras digitales y la lógica compartían los mismos conceptos básicos.

Si bien Aristóteles fue uno de los primeros en definir rigurosamente al silogismo, no quedan dudas respecto a que Leibniz fue el padre de la lógica simbólica moderna. Él estableció la idea de la lógica bivaluada y la noción cosmológica de 1 y 0 (la sustancia y la nada). Leibniz no tenía siquiera 20 años cuando formuló su sistema lógico y si bien intentó darle alguna utilidad, como tantos otros precursores, solamente sentó las bases para que otros continuaran su trabajo.

Doscientos años después, Sir William Hamilton (lógicamente, un inglés) comenzó a refinar los viejos silogismos y su trabajo fue denominado "la cuantificación de los predicados". El siguiente paso lo dio otro inglés, Augustus de Morgan, quien pasó de cuantificar los predicados a la formación de 32 reglas o proposiciones resultantes. Todo estaba listo para el "gran salto", el cual fue realizado por George Boole, creador del álgebra denominada, lógicamente, booleana.

Boole publicó en 1854 un trabajo denominado "Una investigación de las leyes del pensamiento en la cual se basan las teorías matemáticas de la Lógica y la Probabilidad". Las conclusiones del trabajo no inquietaron al mundillo científico de la época, quien las consideró sólo de interés académico, y debieron transcurrir más de cincuenta años para que la obra de Boole comenzara a rendir frutos.

El reconocimiento le llegó a Boole a través de la obra cumbre del gran filósofo Bertrand Russell: Principia Mathematica, escrito en colaboración con Alfred North Whitehead en 1910. En el mismo, los autores reconocen la trascendencia del trabajo de Boole, a partir de lo cual se suceden las investigaciones en el campo de la lógica simbólica y es así que dos renombrados matemáticos de la época, Hilbert y Ackerman, publican en 1928 el primer libro del nuevo álgebra bajo el título original de "Mathematical Logic".

El álgebra de Boole puede analizarse a través de las "Tablas de Verdad", tal como se muestra a continuación para los operadores booleanos de conjunción y de disjunción:


Conjunción-------- A---- B---- C
A y B igual C-------0---- 0---- 0
A AND B = C -------1---- 0---- 0
---------------------0---- 1---- 0
---------------------1---- 1---- 1

Disjunción ---------A---- B----C
A ó B igual C ------0---- 0---- 0
A OR B = C --------1---- 0---- 1
---------------------0---- 1---- 1
---------------------1---- 1---- 1

En las Tablas de Verdad, el 1 simboliza verdadero mientras que el 0 simboliza falso. En la operación de conjunción (AND), sólo si A y B son verdaderos resulta C verdadero; en la operación de disjunción (OR), C es verdadero si A ó B lo son. A partir de estas simples premisas se desarrolla el álgebra de Boole y cuando los científicos y técnicos lo aplican en las computadoras se obtienen aparatos digitales que no sólo realizan complejos y extensos cálculos matemáticos sino también operaciones lógicas, incluyendo la toma de decisiones sobre una base exclusivamente lógica.

Una analogía simple nos permitirá entender los principios de funcionamiento de los citados operadores booleanos: supongamos que tenemos que cruzar dos ríos y tenemos dos puentes en serie (uno a continuación del otro), sólo podremos llegar a destino (1, verdad) si ambos puentes están operativos; es el caso del operador AND. Si por el contrario tenemos sólo un río por cruzar y dos puentes en paralelo para hacerlo, podemos utilizar cualquiera de ellos y sólo bastará que al menos uno de ellos esté operativo para poder llegar a nuestros destino; es el equivalente del operador OR.

El álgebra booleana fue ampliada mediante la incorporación de los operadores NOT, NOR y OR exclusivo. En este último, la respuesta es 1 si una y sólo una de las entradas tiene el valor 1. El circuito NOR sólo pudo aplicarse a partir de la invención del transistor, ya que los tubos de vacío que se utilizaban previamente en la fabricación de computadoras, no permitían esa configuración. El principio de negación o complemento (NOT) tiene su aplicación técnica en los denominados inversores, cuya tarea es invertir la polaridad en un circuito; su equivalente booleano es transformar el 1 en 0 y viceversa. La primera gran aplicación en las computadoras del operador de negación consistió en transformar la operación de restar en una suma de complementos.

Claude Shannon, un estudiante del Massachusets Institute of Technology (MIT), publicó en 1938 un paper cuyo título original era "A Simbolic Analysis of Relay and Switching Circuits". En este trabajo, Shannon mostraba que los circuitos eléctricos y electrónicos podían ser descritos mediante el álgebra de Boole. Prácticamente, todos los circuitos se forman a partir de tres tipos básicos - AND, OR y NOT-, y las operaciones que realizan los circuitos se describen mediante expresiones sencillas del álgebra booleana. Resultados que podrían haber intrigado a un ingeniero eléctrico en las décadas del 50 o 60 resultaban obvios para un matemático que conociera el álgebra de Boole, aunque careciera de conocimientos de electrónica. Shannon posteriormente manifestó que fue muy afortunado por haber sido el primero en relacionar dos campos aparentemente tan disímiles entre sí.

Recordemos que las propiedades de los componentes electrónicos establecen que la información puede ser almacenada eficientemente en forma binaria. El bit, porción mínima de información sólo puede tener dos valores, 0 y 1. En el interior de una computadora, estos valores se representan mediante el flujo o no de corriente, un voltaje alto o bajo o una polarización en uno u otro sentido. Para poder comprender el funcionamiento de una computadora necesitamos conocer lógica simbólica, por lo tanto necesitamos conocer álgebra de Boole. Si dado un problema a resolver podemos simplificar las expresiones booleanas que lo representa, entonces podemos simplificar la lógica de la computadora necesaria para resolver el problema.

George Boole (1815 – 1864) tenía pocas chances de llegar a ser un genio de las Matemáticas. Hijo de un obrero inglés en plena Revolución Industrial, tuvo la suerte de que su padre le transmitió el amor por los números. Sus escasos recursos económicos no fueron un impedimento para detener su pasión por el conocimiento: a los 12 años traducía poesía del latín, a los 16 hablaba alemán, italiano y francés con fluidez; a los 20 ya tenía su propia escuela y se las “rebuscaba” para conseguir revistas científicas que le permitieran seguir capacitándose.

Publicó su primer “paper” a los 24 años; fue el inició de una extensa producción científica que se tradujo en un puesto rentado en el Queen´s Collage de Irlanda donde desarrolló las ideas del álgebra booleana. Tales ideas fueron criticadas o ignoradas por sus pares a pesar de la alta estima que Boole contaba en la comunidad científica de la época. Se dedica, entonces, al estudio de las ecuaciones diferenciales y de las ecuaciones en diferencias finitas. Muere a los 49 años debido a una pulmonía conseguida tras caminar 3 km baja una intensa lluvia y sin secarse o cambiarse de ropa dicta una clase de 3 horas de duración, absolutamente empapado. Paradójico, un genio de la lógica que carecía de sentido común.

martes, 18 de septiembre de 2007

EL MITO DE LA TIERRA PLANA


El período que transcurre desde la caída del Imperio Romano hasta el advenimiento de la modernidad ha sido (arbitrariamente) clasificado en: 1.- “Los Años Oscuros” que van desde el final de la época clásica (“Gloria de Grecia y Grandeza de Roma”) hasta el reinado de Carlomagno, alrededor del año 1000; 2.- la “Edad Media” que transcurre desde el final del período anterior hasta el comienzo del resurgimiento de la era clásica y 3.- el “Renacimiento“ (siglo XV), un movimiento cultural que aspiró, entre otras cosas, a recuperar las letras y los ideales artísticos del clasicismo grecorromano y se concibió a si mismo como opuesto a la escolástica medieval.

En el imaginario popular son años de barbarie, oscurantismo religioso, epidemias mortales, atraso tecnológico y una profunda estratificación social. Aún en nuestros días, es habitual utilizar los términos vándalos y hunos para identificar personas rudas y peleadoras. El término bárbaro, proveniente del latín y que significa extranjero, tiene también una connotación peyorativa y remite a ese período de la Historia. La idea subyacente es que la civilización occidental perdió, durante 1000 años, los ideales que le habían permitido sobresalir entre sus pares.

Uno de los mitos más arraigados relativos al espíritu de ignorancia que prevaleció durante los Años Oscuros y la Edad Media es el de la Tierra Plana. Citando una metáfora bíblica, la tierra era plana “como el suelo de una tienda, sostenida por el dosel del cielo”. Así, los sabios cristianos se referían a un suelo plano con el arco abovedado de los cielos arriba. Sin embargo, los escolásticos clásicos no dudaban sobre la esfericidad del planeta.

La “redondez” de la Tierra estaba definida en la cosmología de Aristóteles y en las mediciones que realizó Erastótenes durante el tercer siglo AC. El mito de la Tierra Plana argumentaba que el conocimiento desarrollado por los clásicos se había perdido durante la oscuridad eclesiástica que imperó en Europa durante el medioevo. El Renacimiento redescubrió la esfericidad y la anécdota de Colón intentando convencer a los Reyes Católicos de que el mundo era redondo era una prueba irrefutable del oscurantismo medieval.

En realidad, las objeciones que la Comisión Real (dirigida por Hernando de Talavera) le hizo a Colón se refería a las distancias que debían recorrer las carabelas para llegar a las Indias, distancias que habían sido “lapiceadas” por Colón para justificar el viaje; lo que estaba fuera de discusión era la esfericidad del planeta. Ningún sabio escolástico de prestigio publicó escritos defendiendo la hipótesis de un planeta plano que impedía a los barcos dar la vuelta al planeta.

¿Por qué surge el mito de la Tierra Plana?. Aparece entre 1860 y 1890 durante el auge positivista que enfrentaba la racionalidad científica al oscurantismo religioso. La Teoría de la Evolución basada en la selección natural, desarrollada por Darwin, había generado controversias y conflictos de gran magnitud entre los partidarios de la ciencia y los de la religión. La Ciencia como libertad y progreso frente a la superstición y represión de la Iglesia requería de historias que demostraran claramente la degradación del saber clásico; el mito de la Tierra Plana cumplía perfectamente con el requisito.

La mayoría de los libros de historia utilizados por estudiantes secundarios norteamericanos a partir de 1880 contienen al mito, aunque son muy pocos los anteriores a 1870 donde el mismo pueda leerse. El historiador J. B. Russell identificó dos libros como los principales codificadores del mito de la Tierra Plana: i) “Historia del Conflicto entre Religión y Ciencia” de John Draper, publicado en 1874, y ii) “Una Historia de la Guerra de la Ciencia con la Teología en el Cristianismo” de Andrew Dickson White, primera edición de 1876.

El capítulo I del libro de White trata sobre la “dura” batalla en torno a la reciente Teoría de la Evolución; el capítulo II comienza con el mito de la tierra plana. Russell, comentando sobre el éxito del libro de Draper, escribió: "La Historia del Conflicto tiene una importancia enorme, porque fue el primer caso en el que un personaje influyente declaró de forma explícita que la ciencia y la religión estaban en guerra, y que tuvo un éxito que pocos libros tienen. Estableció en la mente culta que la ciencia significa libertad y progreso, frente a la superstición y a la represión de la religión. Su punto de vista se convirtió en la sabiduría convencional". A partir de ambos escritos, la dicotomía modernidad ≈ progreso versus medioevo ≈ oscurantismo y regresión quedó firmemente establecida en la mentalidad occidental.

Paradójicamente, la segunda mitad del siglo XIX vio el nacimiento de la Sociedad Zetética Universal (SZU). Creada por el inglés Samuel Rowbotham, su objetivo era propalar en todas las direcciones que la tierra era plana, básicamente un disco con el Polo Norte en su centro y un muro de hielo de 45 metros de altura como límite exterior. Afirmaba que el Sol y la Luna tenían pocos kilómetros de diámetro y que los planetas y el resto de las estrellas estaban a muy corta distancia, por supuesto no a años luz de la Tierra.

La SZU sobrevivió a lo largo del Siglo XX. Para que no queden dudas respecto a su pensamiento, la sociedad tomó el nombre de International Flat Earth Society (Sociedad Internacional de la Tierra Plana). Su presidente, Samuel Shentón, respondía a quienes le mostraban fotos del planeta obtenidas desde cápsulas espaciales que era muy sencillo trucar fotos. Respecto al alunizaje, Shentón afirmaba que se había filmado en Hollywood con guión del escritor sci-fi Arthur C. Clarke.

Actualmente quedan muy pocos miembros activos de la Sociedad, motivo por el cual si algún lector desea conocer su pensamiento en detalle deberá dirigirse al sitio: http://www.theflatearthsociety.org/.

Mis recuerdos de la escuela primaria incluyen al valiente Almirante Colón desafiando a los inquisidores católicos: “Ud. piensa que la tierra es redonda,..., No sabe acaso que la Iglesia ha condenado este tipo de creencias,..., Podría ser condenado por hereje,...”. Colón insiste y logra el respaldo real: la verdad triunfa sobre el oscurantismo y el mundo da otro paso en el camino del progreso. Cuando años después conocí la historia de Draper y White tuve dos sensaciones: la primera el haber sido "estafado moralmente"; la segunda fue más inquietante, se miente, se engaña y se inventan guerras en nombre de la verdad, del progreso y del bienestar de la humanidad.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

A SEIS GRADOS DE OSAMA BIN LADEN


Tres jóvenes estudiantes de un “college” norteamericano inventaron un juego al que denominaron “Six Degrees of Kevin Bacon” (A seis grados de Kevin Bacon). La regla básica del juego es extremadamente sencilla: elegir algún actor o actriz y tratar de conectarlo con Kevin Bacon a través de una "senda" de otros actores que hayan actuado juntos en alguna película y hacerlo en no más de 6 etapas.

Veamos un ejemplo:

Carrie Fischer actuó en Star Wars con
Harrison Ford, quien trabajó en The Fugitive con
Tommy Lee Jones, quien a su vez estuvo en Batman Forever con
Val Kilmer, quien actuó en Heat * con
Robert De Niro, quien trabajó en Sleepers ** con
KEVIN BACON.

Los inventores del juego, basados en la cuestionable premisa que Kevin Bacon es el centro del universo del entretenimiento, se apoyaron en un experimento realizado por el psicólogo social Stanley Malgram en la década del 60. Malgram seleccionó al azar un conjunto de personas que vivían en el oeste de EE.UU. y les encomendó la tarea de enviar una carta a otra persona que vivía a varios miles de kilómetros de los remitentes, en la costa este del país. Los remitentes sólo conocían del destinatario su nombre, ocupación y una aproximación al lugar de residencia. Debían seleccionar libremente entre sus amigos y conocidos a quien ellos pensaran que podría tener algún conocimiento del destinatario y enviarles la carta. Los receptores de la misma reiteraban ese procedimiento con sus conocidos y volvían a enviar la correspondencia para acercarse al objetivo final hasta que, tras varias etapas similares, el sobre llegaba a su destinatario final

Malgram y sus colaboradores especulaban que habría cientos de etapas intermedias; su sorpresa fue mayúscula cuando verificaron que la carta había empleado solamente entre 5 y 7 intermediarios antes de arribar al destino final. Ahí surgió la teoría denominada Seis Grados de Separación, la cual fue recientemente confirmada por investigadores de la Universidad de Columbia mediante un experimento a nivel mundial utilizando el correo electrónico. Seleccionaron 61 mil personas que tenían que enviar a sus conocidos un e-mail para aproximarse a 18 destinatarios que vivían en 13 países distintos. El procedimiento fue el mismo que se utilizó en el experimento de Malgram. El software que permite rastrear la senda de los correos electrónicos encontró que 384 mensajes llegaron al destinatario seleccionado y que en promedio tales mensajes debieron ser reenviados en 6 oportunidades. Tal como dicen mis vecinas: ¡el mundo es un pañuelo!.

El experto en contraterrorismo Jonathan David Farley afirma que la Agencia de Seguridad Nacional de los EE.UU. (NSA) desconoce o subestima las implicancias de la teoría de los seis grados de separación. La NSA no sólo coordina Echelon, la mayor red de espionaje y análisis para interceptar comunicaciones realizadas en forma electrónica, sino que también ha solicitado a las principales empresas telefónicas americanas que le suministren los registros con las llamadas realizadas por todos sus clientes. Utilizando la Teoría de Grafos pretende conectar las llamadas realizadas por sospechosos con el objetivo de identificar a los integrantes de una red terrorista y en particular a sus cabecillas.

Los grafos son una herramienta matemática que permite modelizar problemas relacionadas con sistemas de comunicación (redes de comunicación o transporte), relación de orden entre actividades (Método PERT) o estructuras de producción complejas (gestión de inventarios). Básicamente, un grafo consta de un conjunto de elementos denominados nodos o vértices y un listado de parejas de vértices que expresa la relación entre dichos elementos. En los grafos orientados se determinan cuales son los vértices origen y cuales los vértices destino y las conexiones entre vértices se representan mediante flechas, denominadas arcos.

La teoría de grafos es el sustrato formalizado para el desarrollo de un campo académico denominado Análisis de Redes Sociales (ARS). De modo general, el ARS pretende analizar la forma en que individuos u organizaciones se conectan o están vinculados, con el objetivo de determinar la estructura general de la red, sus grupos y la posición de los individuos u organizaciones singulares en las mismas, de modo de profundizar en las estructuras sociales que subyacen en los flujos de información.

Parece la herramienta adecuada para enfrentar a la amenaza terrorista, pero Farley plantea un conjunto de importantes objeciones:

1.- si el mundo es un pañuelo y estamos todos conectados a lo sumo mediante 6 grados de separación, es inevitable conectar al presidente George W. Bush con su archienemigo Osama Bin Laden: en 1970, el actual presidente dirigía una empresa que estaba parcialmente financiada por el representante en EE.UU. del hermano del líder terrorista.

2.- los grupos están utilizando la técnica denominada “células dormidas”; no mantienen comunicación alguna hasta que son activadas para cumplir su tarea. Los científicos llaman a esta situación la fuerza de las uniones débiles y lo ejemplifican mediante ese amigo con el cual no tenemos contacto durante más de 20 años y sin embargo un día viene a cenar a nuestra casa.

3.- dos personas pueden poseer un perfil extremadamente parecido y, sin embargo, ser muy diferentes en las cuestiones profundas. En un país como EE.UU. que tiene 300 millones de habitantes aún perfiles de muy baja probabilidad (1 en 50 millones) implica que algunas personas (6) lo cumplen; tal vez tres de ellos sean terroristas pero los otros tres son correctos ciudadanos y para la agencia son todos igualmente sospechosos.

Farley concluye que las Matemáticas son sólo una herramienta y si bien pueden ayudar a ganar una guerra hay que utilizarlas juiciosamente. Dos grandes escritores de novelas de espionaje, Graham Greene y John Le Carré, lo describieron magníficamente en sus escritos: lo que inclina la balanza es el factor humano.


*: Heat se estrenó en la Argentina bajo el título Fuego contra Fuego.
**: Sleepers se estrenó en la Argentina bajo el título Los Hijos de la Calle.

viernes, 7 de septiembre de 2007

SOÑANDO CON LOS ANGELITOS


Entre los recuerdos más dolorosos de mi niñez, sobresalen mis (demasiado) frecuentes visitas al dentista. Sentado en la antesala del consultorio, intentaba concentrarme en la lectura de alguna revista pero el sonido del torno era un presagio del dolor que se avecinaba. En aquellos lejanos tiempos no estaba tan difundido el uso de la anestesia.

Los "médicos" de la antigüedad y hasta el final de la Edad Media intentaban inducir un estado de inconsciencia en algunos de sus pacientes mediante el uso de esponjas soporíferas. Se tomaba una esponja, a la cual se impregnaba con una mezcla de opio, beleño y mandrágora. Por su parte, los alquimistas árabes de los siglos XII y XIII empleaban una combinación de haschis, opio y otras hierbas aromáticas.

La mandrágora era una planta de uso frecuente en las "pócimas" soporíferas, aunque debía ser extraída con sumo cuidado. Una leyenda no urbana sentenciaba con una muerte dolorosa a quién extraía una mandrágora cuyas raíces tuvieran forma humana y "gritaran de dolor" al ser arrancadas del suelo. Por tal motivo, se usaban perros a los cuales se les ataba una soga al cuello mientras que el otro extremo se ataba a la planta; la ausencia de una Sociedad Protectora de Animales permitió que esta costumbre se extendiera durante gran parte de la Edad Media.

En el año 1800 se le encomendó al químico inglés Humprhy Davy que investigará las probables aplicaciones medicinales de los nuevos gases que se estaban descubriendo o inventando. Sir H. Davy, creador de la electroquímica, descubridor de varios metales alcalinos e inventor de una lámpara de seguridad para mineros, sugiere que el óxido nitroso (gas hilarante o gas de la risa) puede tener aplicaciones analgésicas en cirugía. Fallece a los 51 años debido a un infarto de miocardio provocado, entre otros motivos, por haber inhalado tantos gases durante su actividad científica.

La acción se traslada al continente americano: Gardner Colton era uno de los numerosos científicos estadounidenses que recorrían el país realizando demostraciones públicas de sus descubrimientos. Durante una exhibición desarrollada en Connecticut sobre los efectos del óxido nitroso conoce al dentista Horace Wells; el odontólogo queda muy impresionado cuando un voluntario sometido a los efectos del gas hilarante, golpea su pierna contra un banco de piedra y no siente dolor alguno. Al día siguiente, Wells y Colton se encuentran en el consultorio del primero donde el científico le administra óxido nitroso al dentista. A continuación, el asistente de Wells le extrae la muela de juicio en forma indolora: se había inventado la analgesia dental.

Wells continua administrando óxido nitroso a sus pacientes hasta que una serie de fracasos lo lleva a la ruina y termina suicidándose en la cárcel, acusado de haber arrojado ácido sulfúrico a una prostituta.

El siguiente avance se verifica el 30 de septiembre de 1846 cuando el dentista William Morton administra éter sulfúrico a una paciente para extraerle la dolorosa muela de juicio. Al día siguiente, el principal diario de Boston informa a sus lectores sobre el “new and valuable discovery” (nuevo y valioso descubrimiento). La anestesia con éter se populariza en todo el mundo desarrollado de la época, pero tampoco Morton obtiene dividendos económicos por ser dentista y no tener un título en Medicina; muere en el año 1868, a los 49 años, pobre tras haber invertido todo su dinero en litigios legales referidos a su descubrimiento.

El siguiente personaje es James Young Simpson (1811–1870), obstetra de Edimburgo, Escocia. Sus padres, humildes panaderos, tienen que realizar un gran esfuerzo económico para enviarlo a los 14 años a la Universidad de Edimburgo. Se recibe de médico en 1832 y se especializa en obstetricia. Comienza a investigar la utilización de anestésicos durante el parto para aliviar el dolor de las parturientas. Introduce al éter en su práctica profesional, pero no queda totalmente satisfecho con los resultados obtenidos.

Simpson propone utilizar cloroformo durante el trabajo de parto, pero se encuentra con la férrea oposición de colegas y fundamentalmente de la Iglesia. La expresión “parirás con dolor” estaba sumamente arraigada en la sociedad británica de la época.

Si bien algunas de sus pacientes fallecen durante el parto, Simpson obtiene un respaldo definitivo cuando la Reina Victoria es sedada con cloroformo al dar a luz al Príncipe Leopold en 1853. La técnica de Simpson comienza a ser utilizada por sus colegas y el obstetra es finalmente condecorado con el título de Caballero del Reino.

A finales del siglo XX, su tocayo Homero Simpson postula la ingesta de abundantes cantidades de cerveza como anestésico general.

lunes, 3 de septiembre de 2007

QUO VADIS SEGWAY?


En enero del 2001 comenzaron los rumores: el más célebre inventor norteamericano estaba ultimando los detalles de un aparato high tech en el que había estado trabajando durante 10 años y que modificaría radicalmente la vida en las ciudades.

Dean Kamen
tiene fama y fortuna, un millonario autodidacta reconocido mundialmente por la creatividad de sus inventos: una máquina de diálisis portátil, un dispositivo para mantener “limpias” las arterias y un transportador de discapacitados que puede subir escaleras. Recibió, de manos del Presidente Clinton, la Medalla Nacional de Tecnología 2000 y fue premiado por el MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts) con la nada despreciable cifra de 500 mil dólares por sus inventos relacionados con tecnología médica y por su contribución a la promoción de la ciencia y los inventos entre los estudiantes norteamericanos.


Los medios de comunicaron comenzaron a especular respecto a la finalidad del aparato (por entonces denominado Ginger): algunos afirmaron que era un dispositivo antigravedad, otros que era una lancha propulsada por hidrógeno. Era evidente que se trataba de un medio de transporte, pero no había certezas. La trayectoria de Kamen más las declaraciones de Steve Jobs (fundador de Apple Computers) respecto a que Ginger sería tan revolucionario como la PC, o la opinión de John Doerr (uno de los principales inversores de Netscape y Amazon) referida a un desarrollo tecnológico tan importante como Internet, justificaban ampliamente el revuelo mediático.


El misterio se develó: se trata de un “scooter” de dos ruedas propulsado mediante una batería eléctrica. Puede transportar una persona de hasta 120 kg, más una carga adicional de 30 kg. Su velocidad máxima es de 25 km/h con una autonomía de aproximadamente 30 km. No hace falta ir a una estación de servicio porque se lo recarga enchufándolo a una línea eléctrica domiciliaria. Su nombre es Segway y su desarrollo costó más de 100 millones de dólares.


Para conducir al Segway sólo se requiere suaves movimientos de las manos o del cuerpo y pensar. Para moverlo hacia delante o hacia atrás, el “jinete” sólo necesita inclinarse ligeramente en una de esas direcciones. Para doblar a la izquierda, sólo hay que girar el manubrio derecho hacia delante, o hacerlo hacia atrás para doblar a la derecha. Para frenar, sólo hay que pensar en hacerlo porque el aparato no tiene frenos, pero obedece.


Lo extraordinario del Segway radica en su capacidad de mantener el equilibrio. Kamen lo explica de la siguiente manera: “cuando uno se levanta y avanza hacia delante, se modifica una condición de equilibrio que podría terminar en una caída. El cerebro capta ese cambio porque registra una modificación en el fluido contenido en el oído interior y envía la orden de avanzar una pierna para detener la caída. Este proceso se repite mientras continúa el avance, y entonces caminamos moviendo sucesivamente nuestras piernas, manteniendo siempre el equilibrio”.

El Segway trata de imitar este proceso, sólo que en vez de piernas posee ruedas, en vez de músculos un motor; nuestro irreproducible cerebro es reemplazado por un conjunto de microprocesadores y el oído interior por cinco sofisticados giróscopos. Aquellos que lo probaron confirmaron las palabras del famoso escritor sci–fi Arthur Clarke: “cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia.

Kamen y sus financistas pronosticaron que el libro Guinness registraría al Segway como el invento que más rápidamente conseguiría ventas por 1000 millones de dólares. Tal optimismo se basaba en la siguiente premisa: es muy costoso, desde un punto de vista energético y ambiental, mover autos que pesan entre 1500 y 2000 kg para transportar una persona que pesa, en promedio, 75 kg.

Los problemas de costos, estacionamiento, contaminación ambiental y accidentes justifican el reemplazo, en las áreas comerciales de las ciudades medianas y grandes, de los autos voluminosos por los “caminantes motorizados” en sus respectivos Segway. Todas las ciudades del mundo moderno iban a modificar sus pautas de transporte y ello traería aparejado un nuevo enfoque urbanístico. También se lo utilizaría en los parques de diversiones, en las fábricas y en los campos de batalla (¿lo habrán probado en Irak?).


Comenzó una etapa de pruebas: carteros del Servicio de Correos de Estados Unidos, personal del Servicio Nacional de Parques, operarios de fábricas de la General Electric y otras empresas utilizaron al “Transportador Humano” en sus tareas habituales. Las conclusiones no fueron muy alentadoras: carteros con mucho frío por haber dejado de caminar, aumento de peso en trabajadores que ya clasificaban como obesos y varios choques entres transportados y peatones. Paradójicamente, el destino del scooter podría llegar a ser las tranquilas zonas residenciales en “abierta oposición” a los pronósticos del inventor y sus socios.

En agosto del año 2006, la empresa introdujo en el mercado la segunda generación del scooter, Gen II PT (Personal Transporter) en sus versiones i2 y x2. Las metas son ahora modestas: usarlo en sendas peatonales, campos de golf, transporte de objetos relativamente pequeños y en la nueva versión de la “policía montada”.

Se lo puede comprar en los “dealers” autorizados al precio oferta de 4950 dólares. Hace un año atrás (setiembre de 2006), sólo se habían vendido 23.500 vehículos y como su utilización está seriamente restringida en las grandes ciudades norteamericanas como así también en Europa y Japón, todo parece indicar que el Segway no ingresará al Guinness.