martes, 23 de febrero de 2010

EL BOOM DE LA CAJA BLOOM



Otra revolución tecnológica amenaza cambiar radicalmente la generación de energía eléctrica: la Bloom Box.

K.R. Sridhar es el fundador del Start-up de Sillicon Valley denominado Bloom Energy y promete que en los próximos 10 años, la mayoría de los hogares estadounidenses obtendrán su energía eléctrica de un pequeño dispositivo llamado Bloom Box sin necesidad de estar conectados a red de electricidad alguna (similar a los celulares reemplazando a los teléfonos fijos o las notebooks a las PC).

Naturalmente, la Bloom Box es una celda de combustible que genera energía mediante la (habitual) combinación del oxígeno del aire con algún combustible apropiado. Sridhar incluye entre los combustibles apropiados al gas natural, al biogas que se obtiene a partir de la biomasa vegetal o animal e inclusive a la ¿energía solar?. La ventaja de la Bloom Box radica en que la reacción química es limpia y muy eficiente, sin que se produzcan humos de combustión o quemado de sustancias. Si las promesas de Sridhar se verifican, cada casa tendría un dispositivo relativamente pequeño para generar su propia energía sin contaminación ambiental en el proceso.

Todo el tema está rodeado del nivel de secreto que corresponde a los valores económicos en juego. Sólo se sabe que en el interior de la caja hay un cierto número de placas cerámicas, fabricadas a partir de arena, cubiertas con tintas verdes y negras. Una sola placa sirve para energizar una lámpara incandescente, pero afirman que con 64 de ellas se podría abastecer de energía a un café de la cadena Starbucks.

La limitación fundamental radica en su costo: la caja necesaria para alimentar un hogar norteamericano (o dos europeos o 4 asiáticos o x latinoamericanos) cuesta alrededor de 700.000 dólares. Hay que salvar al planeta pero no a ese costo. Hay empresas que pueden pagarlo: Google alimenta un Datacenter reduciendo a la mitad el consumo de gas natural; Ebay emplea varias cajas grandes alimentadas con biogas para su cuarteles generales; Walmart, FEDEX, Stapples y otras grandes empresas utilizan subsidios del estado para instalar Cajas Bloom y hacer significativos ahorros en la cuenta de la energía eléctrica. Sridhar promete que en menos de 10 años, el costo se reducirá a 3.000 dólares, momento en el cual las ventas de la Bloom Box lo harán inmensamente rico.

Faltan muchos datos relativos al nuevo dispositivo: que materiales utiliza, cuanto dióxido de carbono produce, que otras emisiones potencialmente contaminantes producirá, como controlará la amplitud de la variación del consumo eléctrico durante el día sin perder eficiencia, etc. Prometen responder estos interrogantes a la brevedad, aunque no pude acceder a la página web de la empresa (http://www.bloomenergy.org/).

Hay muchos escépticos con los pronósticos de la revolución que promete la caja Bloom. ¿Será otro Segway?

jueves, 18 de febrero de 2010

ANORMALIDAD GLOBAL


Estuve de vacaciones por los Estados Unidos durante la primera quincena de febrero. Mientras disfrutaba del hermoso espectáculo que me brindaba Denver y las Montañas Rocallosas bajo la nieve, seguía atentamente en la televisión las intensas discusiones sobre si el calentamiento global era sólo una mentira de científicos en busca de subsidios y de “liberales” que odian a las grandes empresas relacionadas con el petróleo y el carbón.

Al Gore, viciepresidente de Clinton y principal impulsor de las medidas para reducir el consumo de energías fósiles no renovables, era el blanco principal de los ataques de los defensores del status quo. Al mejor estilo argentino, lo “cargaban” mostrando un iglú como su nuevo hogar. La cadena de noticias Fox News permanentemente mostraba escenas de ciudades bajo gruesas capas de nieves y consultaban a “expertos en climatología” sobre la falacia del efecto invernadero.

Por suerte, ya comienzan a aparecer las réplicas de quienes entienden la complejidad del problema y la urgente necesidad de profundizar los cambios en las fuentes de generación de energía y aumentar la eficiencia energética de los sistemas actuales y futuros.

Thomas Friedman, principal columnista del influyente New York Times y autor, entre otras, de la expresión “sistema operativo de la Madre Naturaleza” (publiqué un post con ese título en noviembre del 2007 bajo las etiquetas Efecto Invernadero y Ciencia) les responde que:

1.- deberíamos evitar el término “calentamiento global”. Pretende que sea reemplazado por “anormalidad global” (global weirding), porque el clima se ha vuelto anormal: los días cálidos son más calurosos, los días húmedos son más húmedos, los climas secos son más secos y las tormentas más intensas y numerosas.

2.- se sabe que el planeta ha pasado por etapas de calentamiento y enfriamiento (edad de hielo). Se debe a ligeros cambios en la órbita de la Tierra con el correspondiente aumento o disminución en la radiación que llega del sol. El debate actual está referido a las actividades humanas que están aumentando el Efecto Invernadero y rápidamente exacerbando los ciclos naturales de calentamiento del planeta.


3.- aún si la realidad es menos catastrófica que lo que sugieren los pronósticos, es prácticamente inevitable que la población mundial ascienda a 9.2 mil millones de personas para el año 2050. También hay una tendencia al aumento en el consumo energético per cápita. Por lo tanto, la demanda energética sólo puede crecer y hay sólo dos alternativas para satisfacerla: generación mediante fuentes alternativas o larga vida a las petrodictaduras (Venezuela, Irán, Arabia Saudita, etc.).


Friedman, Gore y numerosos científicos versus los fundamentalistas. En Rosario, donde vivo, este verano llueve como nunca.

lunes, 15 de febrero de 2010

REDUCIENDO LA HUELLA ECOLÓGICA


Desde los antiguos televisores a válvulas hasta los recientes aparatos LCD o plasma, se ha verificado una significativa disminución en el consumo de energía eléctrica por aparato. Pero como el número de equipos en funcionamiento se incrementa por millones cada año, el balance energético muestra que la televisión es una de las actividades de mayor consumo energético; cualquier modificación positiva en su eficiencia es un paso adicional en la dura batalla por un mundo “verde”.

La buena noticia la provee Prysm, una startup de California, Estados Unidos, cuyos directivos afirman que sus pantallas consumen un asombroso 70% menos de energía que las actuales pantallas LCD o de plasma. La tecnología que genera el ahorro se denomina Laser Phospor Display – LPD ( Pantalla de láser de fósforo). La diferencia radica en que las actuales pantallas filtran o polarizan la luz que utilizan, lo que se traduce en pérdida de luz y correspondientemente pérdida de energía. La tecnología LPD se basa en espejos y diodos láser de estado sólido que trazan una imagen a través de una pantalla de líneas de fósforo. Como los diodos producen haces de luz de intensidad variable (o directamente no generan un haz de luz), la energía que se utiliza para proyectar sobre la pantalla es estrictamente la necesaria para la imagen que se está proyectando y no hay “desperdicios” de la misma.

Antes de entusiasmarse e ir corriendo a comprar un televisor LPD, los usuarios hogareños deberemos esperar a que la misma pase a la segunda etapa de comercialización. Los directivos de la empresa, en su bien documentado plan de negocios, informaron que primero apuntan al mercado de señales digitales masivas y videos de eventos (aeropuertos, shoppings, estadios deportivos, Las Vegas, etc.); es una apuesta lógica a un mercado que consume miles de vatios de energía en carteles, avisos, señales, publicidades y otras formas de señales digitales que ya forman parte de nuestro entorno visual.

Si la tecnología cumple con las expectativas y su costo es apropiado, rápidamente pasará a los televisores hogareños y a todos los dispositivos portátiles que utilizan pantallas LCD. A veces, cuando preparo los post para el blog, siento que mi huella ecológica es demasiado elevada. Nuevas tecnologías, como la LPD, me ayudarán a a reducirla
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domingo, 7 de febrero de 2010

NANOBURBUJAS CONTRA EL CANCER


Investigadores de la Universidad Rice han desarrollado una nueva técnica para identificar células cancerosas y destruirlas mediante pequeñas “explosiones”. La técnica consiste en inyectar nanoburbujas, creadas cuando nanopartículas de oro son golpeadas mediante pulsos de rayos lasers. Estas burbujas tienen una vida muy corta pero su tamaño puede variarse según la magnitud del laser que las genera. Las burbujas pequeñas sirven para identificar a las células cancerosas mientras que las burbujas grandes se utilizan para destruirlas.



Se trata de la tendencia habitual en nanomedicina, que consiste en una detección temprana y la correspondiente eliminación de solo aquellas células que manifiestan comportamientos anómalos antes que las mismas se dispersen por el organismo.



Los ensayos se realizaron en células con leucemia, como así también en células que resultaron en canceres de cuello y cabeza; se agregaron anticuerpos a las nanoparticulas para que solo ataquen a las células cancerosas. Los investigadores informaron que los resultados fueron satisfactorios tanto en la etapa de detección como en la de eliminación de las células cancerosas. El objetivo es refinar la técnica para obtener un proceso que en una sola etapa incluya diagnostico y tratamiento.