lunes, 14 de junio de 2010

LOS HOMBRES LAS PREFIEREN RUBIAS


A partir de un estudio realizado durante la década del 90 relacionado con la imagen que los norteamericanos tienen sobre la belleza femenina, se llegan a interesantes conclusiones sobre la vida en la era paleolítica.

El tema es aproximadamente así: el estudio muestra que en las revistas de modas y en revistas estilo Playboy, la proporción de rubias entre las modelos supera ampliamente a su porcentaje en la población general. La pregunta inevitable es: ¿por qué los hombres las prefieren rubias?

El primer estudioso del tema fue Charles Darwin con la intención de publicarlo en su libro “The Descent of Man and Selection in Relation to Sex”, publicado en 1871. La hipótesis de Darwin fue que las rubias eran las preferidas a la hora de la selección sexual. Lamentablemente, Darwin no contaba con la suficiente cantidad de ayudantes para tomar datos que confirmaran la hipótesis por lo cual tuvo que olvidarse del tema.

Hoy sobran los científicos con abultados subsidios a la búsqueda de temas interesantes y es por ello que se han planteado varias conclusiones sobre el tema de las rubias.

Los rubios aparecen debido a ciertas mutaciones en aquellos genes que están relacionados con la síntesis de melanina. En general, son rubios aquellos individuos que tienen una menor cantidad de un pigmento denominado eumelanina. Además, no hay un único gen que exprese a quienes tienen ojos azules y cabello rubio simultáneamente; generalmente ambas propiedades se dan en simultáneo porque los genes que expresan esas condiciones están ubicados muy próximos en el cromosoma.

Las teorías más aceptadas establecen que el cabello rubio y los ojos azules son adaptaciones de los Caucásicos en el norte de Europa hace aproximadamente 11.000 años atrás. Dado que en el norte de Europa hay muchas menos horas de luz que en África, nuestros ancestros que migraron hacia aquellas zonas, experimentaron una mutación genética que resultó en la despigmentación de la piel y del cabello. Esta despigmentación permite una mayor absorción de la radiación ultravioleta B (UVB) que se requiere para sintetizar la previtamina D3.

¿Por qué nuestros antepasados de aquella época las preferían rubias? La situación en el norte de Europa era muy diferente a la del sur del mismo continente y a la de África: los largos inviernos y la nieve impedían a las mujeres de las regiones frías recolectar hierbas y frutos para alimentar a su cría y a si misma. Por lo tanto, dependían del macho cazador quien salía a la búsqueda de grandes animales para conseguir carne para soportar el invierno. Esas cacerías terminaban habitualmente con varios machos muertos, por lo cual el número de mujeres “solteras” o “viudas” se incrementaba día a día y tenían que competir duramente por los machos sobrevivientes. Estos eran los únicos que les podían garantizar la comida, y por ende, la supervivencia.

Ante la ausencia de modistos, cirujanos plásticos y cremas rejuvenecedoras, la competencia entre las integrantes del sexo femenino era inevitablemente ganada por aquellas que dieran una mejor imagen de juventud, imagen que sugería una mejor calidad reproductiva que el macho buscaba para sembrar su semilla. Como las mujeres menopaúsicas eran casi todas de pelo gris, lo opuesto era el pelo rubio intenso y por ello es que las rubias le ganaban a las otras en la competencia por el macho proveedor de alimentos.

Lo anterior no explica porque hay machos rubios. A las mujeres de la era paleolítica no les interesaba el color del pelo del hombre, sino su capacidad de alimentarla; además, los machos rubios no presentaban ninguna ventaja adaptativa en fuerza, velocidad o destreza respecto a los no rubios. La teoría más aceptada se refiere a las características recesivas de los rubios.

Los genes para los rubios de ojos azules son recesivos, significando que ambos progenitores deben poseerlo para que su descendencia los posea. Entonces, un hombre rubio prefiere una mujer rubia de ojos azules porque sólo así podría tener cierta certeza sobre la paternidad de sus críos. Un rubio que tenga una pareja de ojos marrones, podría tener críos de ojos marrones y no tener la certeza de que los mismos sean suyos. En el largo plazo, la preferencia de machos rubios por hembras rubias aumenta el número de los mismos en la tribu y es por ello que varios pueblos del norte de Europa tenían un alto porcentaje de varones rubios.

Los investigadores concluyen que, de alguna manera, esta presión selectiva ha llegado hasta nuestros días, y los caballeros aún las prefieren rubias.

1 comentario:

martinserrano3 dijo...

Me ha encantado. Muy ameno y educador. La verdad es que la mujer idealizada que tenemos todos en mente entre otras muchísimas cualidades es rubia... Y después decimos que son tontas cuando eran las más listas de la tribu jajaja.

Enhorabuena.