El término Armagedón se refiere, nada más y nada menos, que al fin del mundo mediante catástrofes. Diversas religiones y culturas han preocupado y asustado a sus fieles y seguidores con relatos sobre el fin de los tiempos.
Para el 2012 están circulando las profecías mayas. En caso que las mismas no se cumplan, tengo una para el 2013. Como corresponde al perfil del blog, hay una base científica que la sustenta.
La NASA, agencia norteamericana de viajes al espacio, ha advertido que en el año 2013 se puede producir una inmensa tormenta solar que va a inundar la Tierra con una cantidad sin precedentes de energía magnética.
Esa impresionante cantidad de energía que impactará súbitamente sobre el planeta podría causar enormes daños sobre los sistemas de salud, sistemas de comunicaciones, bancarios, satelitales y de navegación. Inclusive está la posibilidad que dejen de funcionar los sistemas de transmisión de energía eléctrica por un período que va de pocas horas hasta meses. Si esto último ocurre, pocos dudarán que es el Armagedón.
El Dr. Richard Fisher, director de la División de Heliofísica de la NASA, es quien ha hecho los cálculos: cada 22 años, la energía magnética del sol llega al valor máximo del ciclo; cada 11 años, el número de llamaradas o erupciones solares tiene también su máximo. Ambas coincidirán alrededor de mayo del 2013. La combinación de los dos eventos dará origen a altísimos niveles de radiación magnética que destruirá las líneas de tensión que no estén preparadas para soportar el impacto.
Ya ocurrió en 1859. Según las crónicas de esa fecha: “Dos tercios de los cielos de la Tierra se cubrieron con una aurora de color rojo sangre y los sistemas de navegación y de comunicación dejaron de funcionar correctamente”. Para aquella época, el telégrafo era el sistema de comunicación y el compás era el sistema de navegación.
Hoy dependemos de los satélites y usamos GPS. Los aviones vuelan casi en automático porque tienen sistemas de radiofrecuencia. Hay astronautas girando alrededor del planeta. La vida de miles de personas en hospitales y otros sistemas de salud dependen de aparatos sensibles a los campos magnéticos. Las comunicaciones alámbricas e inalámbricas están por todos lados. ¿cuánto tiempo podremos sobrevivir sin energía eléctrica en nuestros hogares?
Paradójicamente, los países desarrollados son quienes sufrirían más intensamente el impacto energético. Algunos pronostican un daño equivalente a 100 Katrinas. Por supuesto que se están elaborando planes de emergencia, pero las recientes crisis económicas en Estados Unidos y Europa no ayuda a desviar dinero por algo que nadie sabe con seguridad si ocurrirá y cuál será su real dimensión.
Para los agoreros y amantes de las teorías sobre desastres les digo que si no se cumplen las profecías mayas y tampoco se verifica el Gran Apagón, hay una tercera para no quedarse sin Armagedón. Se las cuento en junio de 2013.
Para el 2012 están circulando las profecías mayas. En caso que las mismas no se cumplan, tengo una para el 2013. Como corresponde al perfil del blog, hay una base científica que la sustenta.
La NASA, agencia norteamericana de viajes al espacio, ha advertido que en el año 2013 se puede producir una inmensa tormenta solar que va a inundar la Tierra con una cantidad sin precedentes de energía magnética.
Esa impresionante cantidad de energía que impactará súbitamente sobre el planeta podría causar enormes daños sobre los sistemas de salud, sistemas de comunicaciones, bancarios, satelitales y de navegación. Inclusive está la posibilidad que dejen de funcionar los sistemas de transmisión de energía eléctrica por un período que va de pocas horas hasta meses. Si esto último ocurre, pocos dudarán que es el Armagedón.
El Dr. Richard Fisher, director de la División de Heliofísica de la NASA, es quien ha hecho los cálculos: cada 22 años, la energía magnética del sol llega al valor máximo del ciclo; cada 11 años, el número de llamaradas o erupciones solares tiene también su máximo. Ambas coincidirán alrededor de mayo del 2013. La combinación de los dos eventos dará origen a altísimos niveles de radiación magnética que destruirá las líneas de tensión que no estén preparadas para soportar el impacto.
Ya ocurrió en 1859. Según las crónicas de esa fecha: “Dos tercios de los cielos de la Tierra se cubrieron con una aurora de color rojo sangre y los sistemas de navegación y de comunicación dejaron de funcionar correctamente”. Para aquella época, el telégrafo era el sistema de comunicación y el compás era el sistema de navegación.
Hoy dependemos de los satélites y usamos GPS. Los aviones vuelan casi en automático porque tienen sistemas de radiofrecuencia. Hay astronautas girando alrededor del planeta. La vida de miles de personas en hospitales y otros sistemas de salud dependen de aparatos sensibles a los campos magnéticos. Las comunicaciones alámbricas e inalámbricas están por todos lados. ¿cuánto tiempo podremos sobrevivir sin energía eléctrica en nuestros hogares?
Paradójicamente, los países desarrollados son quienes sufrirían más intensamente el impacto energético. Algunos pronostican un daño equivalente a 100 Katrinas. Por supuesto que se están elaborando planes de emergencia, pero las recientes crisis económicas en Estados Unidos y Europa no ayuda a desviar dinero por algo que nadie sabe con seguridad si ocurrirá y cuál será su real dimensión.
Para los agoreros y amantes de las teorías sobre desastres les digo que si no se cumplen las profecías mayas y tampoco se verifica el Gran Apagón, hay una tercera para no quedarse sin Armagedón. Se las cuento en junio de 2013.
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