jueves, 21 de octubre de 2010

EL CARTERO LLAMA MILLONES DE VECES


Millones de personas comenzamos nuestro día con una rutina de higiene personal, la ingesta de algún desayuno y nos acomodamos frente a una computadora para revisar el correo electrónico. Si les resulta familiar, es el momento de analizar que incidencia tiene esta última tarea en nuestra huella ecológica.

Un cálculo muy aproximado (es casi imposible encontrar valores exactos) dice que un uso intensivo del correo electrónico (incluyendo envío, filtrado y lectura) genera una huella ecológica de 135 kg. Es el 1% de un estilo de vida verde (consume 10 toneladas al año), y corresponde a un viaje de 300 km en un vehículo promedio.

No parece mucho, pero según los especialistas, el 78% de todos los correos entrantes son spam. Al año se envían 62 trillones de mensajes spam, resultando en un consumo de 32 billones de kwh de electricidad, y ahora sí, lo anterior produce 20 millones de toneladas de dióxido de carbono al año.

Los especialistas también aseguran que aproximadamente el 80% de ese consumo se gasta en recorrer la carpeta de spam para marcar correos a borrar y tratar de encontrar algún mensaje útil que por error se metió en la carpeta de spam. La energía utilizada para producir y enviar los spam es casi despreciable en comparación con el consumo en la búsqueda de ese mensaje equivocadamente almacenado en tal carpeta.

También es cierto que ese 22% de mensajes no spam (100 -78) involucran un mayor consumo de energía que los spam, porque uno ingresa al mensaje, lo lee y probablemente lo responda. Los correos spam solamente son recorridos sin ingresar a los mismos y se los borra inmediatamente, sin que se acumulen en demasía.

Más datos interesantes: un correo electrónico tiene 1/60 de la huella ecológica de una carta impresa que va por correo normal. Suena muy lindo y nos sentimos que ayudamos a salvar al planeta, hasta el momento en que hacemos el cálculo de cuantos mails mandamos y lo comparamos con las cartas impresas que hubiéramos enviado en el mismo período. Si ese número es mayor a 60, la triste realidad es que colaborando con los problemas ambientales del planeta.

¿Qué podemos hacer?: una de las ideas que empiezan a circular por la red es cobrar un centavo por mensaje. Es muy difícil de implementar, pero si se encuentra la manera se acabó el molesto spam. Se evitaría de emitir 20 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, los usuarios de correo electrónico dejaríamos de perder tiempo borrando mensajes molestos y el dinero recaudado podría servir para financiar investigaciones científicas relacionadas con el secuestro de carbono.

También nuestros desayunos serían más placenteros

2 comentarios:

Aitor | autohipnosis dijo...

Nunca me había planteado ese derroche. Es verdad que hay demasiado correo spam, pero no creo que la solución sea cobrar por correo a enviar, me parecería injusto. Mejor seria buscar otra forma de arreglarlo, y decir que yo no envió casi ningún correo ni uno diario.
Un saludo.

desguaces madrid dijo...

Para nosotros los informaticos lo mas importante es innovar y que dia a dia la tecnologia supere nuestras espectativas y nuestro mundo se haga mas facil y mas acogedor