martes, 28 de octubre de 2008

EL TERCER OJO


Una de las principales causas de muertes en accidentes se da cuando hay choque de vehículos. Según la Organización Mundial de la Salud, en el año 2002 murieron más de 1.2 millones de personas en accidentes de tránsito. Un nuevo desarrollo tecnológico promete reducir esa cifra: el Mobileye Advance Warning System (Sistema de Alerta Temprana Mobileye).

Mobileye es una empresa de capitales holandeses fundada por un científico israelí, el Dr. Amnon Shashua. El científico fue contratado por una empresa automotriz japonesa para analizar la instalación de dos cámaras de video en los autos para ayudar a los conductores a prevenir accidentes. Shashua encontró que la tarea podía realizarse con una sóla cámara, pero que la misma no se encontraba disponible en el mercado debido a la complejidad del tema tránsito y a los reflejos de la radiación solar durante el día y de las luces en la noche. Desarrolló una cámara especial y un software específico que conforman el Sistema de Alerta Temprana.

La cámara se instala en el interior del vehículo, sobre el panel debajo del espejo retrovisor y las imágenes que envía son captadas por un microprocesador del tamaño de un encendedor Zippo, pero con la potencia de procesamiento de dos computadoras Pentium.

El chip ha sido programado para reconocer riesgos potenciales como autos, camiones, motos, bicicletas y peatones y tiene un sistema de advertencia sonora que le ayuda al conductor a reconocer riesgos potenciales y mantener distancias seguras de frenado.

Cuando el conductor, por distracción o desidia, se acerca demasiado al vehículo que tiene adelante, el sistema primero cambia una imagen en un display de verde a naranja y luego a rojo. 2.7 segundos antes de la posible colisión se escucha una voz de advertencia que sólo para cuando se aprietan los frenos; es un tiempo considerado lo suficiente seguro para velocidades promedio. También le avisa al conductor si ha cambiado el carril, otro de los motivos frecuentes de accidentes.

Se están desarrollando tecnologías adicionales que incluyen el monitoreo de la distancia y velocidad de vehículos que están en los otros carriles para poder realizar sin riesgo el cambio de carril. También se busca monitorear a peatones en peligro de colisión, inclusive aquellos en sendas peatonales que podrían cambiar de dirección y cruzarse con el vehículo.

El sistema está siendo probado en Israel, Europa y los Estados Unidos. Cuesta 1000 dólares, pero se busca que las compañías de seguro (las que sobrevivan a la crisis) bajen las primas de aquellos vehículos que posean el dispositivo. Varios modelos de Volvo, BMW y de General Motors lo traen incorporado de fábrica.

Numerosos accidentes se producen porque los conductores hablan por sus teléfonos móviles, se dan vuelta para mirar lo que hacen sus hijos en el asiento trasero o simplemente están muy cansados para reaccionar a tiempo. El 90% de los accidentes se debe a error humano. El Mobileye Advance Warning System o sus equivalentes deberían ser muy pronto dispositivos obligatorios en todo nuevo vehículo que salga a la venta.

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