sábado, 26 de julio de 2008

FOTOGRAFÍA DE LA SEMANA (6)


Ciertos insectos avisan a sus predadores que resultan de “mal sabor” mediante colores muy intensos. Es equivalente a cargar un cartel que dice: “No me comas porque tengo un sabor muy desagradable!”.

Algunos de estos insectos obtienen sus toxinas de mal sabor a partir de ciertas plantas que habitualmente comen. Lo interesante es que estas toxinas suelen ser compuestos anticancerígenos o sustancias que combaten parásitos que producen serias enfermedades en el ser humano.

Los científicos del Smithsonian Tropical Research Institute consideran que se debe estudiar los hábitos alimenticios de los insectos de colores más intensos porque en esas plantas pueden estar almacenadas las futuras drogas anticancerígenos o nuevos fármacos antiparasitarios.

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